El Pequeño Planeta Rompe Rutinas y Trae
Más Profundidad a la Consciencia Humana
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
Plutón y su luna Caronte
 
 
 
“… Una nueva alianza, no de la
letra, sino del espíritu, porque la
letra mata, pero el espíritu vivifica.”
 
( 2 Corintios, 3:6 )
 
 
 
¿Cómo comprender mejor los fuertes cambios psicológicos, sociales y planetarios que la humanidad está atravesando? Tal vez, el primer paso sea observar críticamente el punto de vista desde el que observamos la realidad.
 
En su obra “La Voz del Silencio”, H. P. Blavatsky muestra la oposición entre la “doctrina del ojo”, el punto de vista de las apariencias, y la “doctrina del corazón”, el punto de vista de la esencia y de la sabiduría. A lo largo de la historia humana, ha habido siempre una relación de lucha entre la forma y el contenido, la cáscara externa y la vida interior, la percepción superficial y la comprensión profunda.
 
El conflicto entre la apariencia y la realidad puede ser observado en la historia del pensamiento filosófico y religioso, tanto a gran escala como en los pequeños acontecimientos. La forma y el contenido se mezclan, tanto en la consciencia de cada individuo como en la vida de las comunidades. El movimiento esotérico está lejos de ser una excepción a la regla.
 
Algunos estudiantes que acompañan el trabajo de la Logia Independiente son conscientes de los elementos en común que los sectores no burocratizados del movimiento teosófico tienen con el cristianismo primitivo.
 
El cristianismo de los primeros siglos no poseía instituciones formales y burocracias. Fue durante la Edad Media cuando el Vaticano montó el cristianismo imperial ritualista. En la historia del movimiento teosófico, ocurrió algo similar. Fue después de la fase pionera cuando surgió, a partir de Adyar, el proceso de “autoridad” y la creencia ciega, pero hay sectores del movimiento que mantienen la propuesta original.
 
En Oriente Medio, la actitud de Jesús hacia las burocracias sacerdotales de su época fue de confrontación, del mismo modo en que H. P. Blavatsky confrontó y fue confrontada por las burocracias eclesiásticas del siglo XIX.
 
Para la filosofía esotérica, la vida real de Jesús fue bastante diferente de la narración simbólica de los Evangelios.
 
Al hablar del verdadero Jehoshua – el Jehoshua histórico -, la teosofía brinda datos e información del Talmud judaico. En su obra “Isis Sin Velo”, H. P. Blavatsky muestra que la persecución de Jesús (no por todo el pueblo, sino por la secta de los fariseos) se debió a su postura universalista e interreligiosa, es decir, teosófica. Citando como fuentes el “Sefer Toldos” del Talmud y también el autor Eliphas Levi, H. P. B. afirma:
 
“(…) El mismo talmudista dice, en esencia, lo siguiente: Jesús fue metido en prisión y pasó allí cuarenta días; después, fue azotado como un rebelde sedicioso; luego, apedreado como un blasfemo en un lugar llamado Lud y, finalmente, crucificado. ‘Todo esto’, explica Levi, ‘porque reveló a la gente las verdades que ellos (los fariseos) querían mantener escondidas para su propio uso. Había descubierto la teología oculta de Israel, la había comparado con la sabiduría de Egipto y, de este modo, encontró la necesidad de una síntesis religiosa universal’”. [1]
 
Es decir, la tradición de sabiduría universal no es burocrática. Se mantiene independiente de las castas sacerdotales convencionales de las diferentes religiones – incluido el budismo – que se presentan como si fuesen propietarias del conocimiento divino e “intermediarias” entre la sabiduría divina y la humanidad.
 
La verdadera teosofía tiene, pues, rasgos esenciales en común con el cristianismo primitivo (y con la sabiduría interna de las otras religiones y filosofías). Del mismo modo, la pseudoteosofía burocratizada de la Sociedad Teosófica de Adyar tiene un estilo de acción similar al del cristianismo convencional del Vaticano.
 
En la transición mundial que vivimos, el karma cambia rápidamente. Hay ahora, en la luz astral, una energía sutil que favorece la ruptura de cáscaras falsas y de estructuras limitadoras de la verdad. Es hora de ordenar la casa planetaria. La tarea incluye cambios en la relación ecológica y geológica entre el ser humano y el planeta. Plutón está asociado al karma del pasado, a la transmutación, a la muerte de lo que es viejo y ya no sirve a la vida.
 
Astrológicamente, este pequeño planeta rige el ambiente subterráneo de la Tierra. Plutón está relacionado con los terremotos y el exceso de CO2 en la atmósfera provocado por el uso antinatural de combustibles fósiles. En el mundo físico, así como en la esfera psicológica y en el plano espiritual, este misterioso planeta provoca la transmutación total y súbita, y no sin violencia. Pero también sabe actuar con lentitud, sutilmente, sin ser percibido.
 
Plutón trae la transición creativa, sorprendente, hacia la Vida Mayor. Actúa, naturalmente, en función del karma acumulado por los humanos. Su acción está íntimamente unida y es complementaria a la influencia de los dos otros planetas “galácticos” de nuestro sistema solar. Uno de ellos es Neptuno, el corregente de Piscis, la era que terminó recientemente. El otro es Urano, el corregente de la era de Acuario, que ya empezó. Hay una relación matemática curiosamente central y armónica entre los ciclos de estos tres planetas, que traen de manera más directa la energía de la galaxia a nuestro sistema solar, complementando “desde fuera” la función del Sol.
 
El pequeño Plutón también apunta a la generación de vida, a la creatividad, la curación y el renacimiento. En teosofía y psicología, así como en el ámbito sociológico, estas funciones constructivas deben ser estimuladas.
 
En el plano del aprendizaje del alma, el siglo XXI es una oportunidad única para romper las cáscaras burocráticas ilegítimas y las costras de ilusiones y creencia ciega. Lo mismo ocurre en la vida de cada persona.
 
Este siglo constituye un momento adecuado para descubrir que podemos renovarnos y renacer interiormente todos los días. Es imposible quedarse interiormente parado. Existe, como nunca antes, la posibilidad viva de establecer “un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu, porque la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2 Corintios 3:6). De este modo surgirá la era de la sabiduría acuariana, en la que el sueño pisciano de la fraternidad universal pasará a ser parte de la realidad concreta.
 
NOTA:
 
[1] Isis Unveiled”, H. P. Blavatsky, volumen II, p. 202.
 
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El artículo “Plutón: Dos Mil Años de Lucha”, de CCA,  fue publicado por primera vez en 2017, con traducción de Juan Pedro Bercial.  En diciembre de 2023 fue revisado y actualizado en portugués por el autor, y actualizado en español por el teósofo  Alex Rambla Beltrán. Texto original: “Plutão: Dois Mil Anos de Luta”.
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En setiembre 2016, tras un análisis cuidadoso de la situación del movimiento esotérico internacional, un grupo de estudiantes decidió forma la Logia Independiente de Teósofos, que tiene como una de sus prioridades la construcción de un futuro mejor en las diferentes dimensiones de la vida. 
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