Las Acciones Altruistas Provocan
Una Bendición Invisible e Inmediata
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
* La ignorancia suele disfrazarse con toda la apariencia del conocimiento divino. Por esta razón, la llave para alcanzar la sabiduría no está en usar palabras sabias al pensar o hablar. Es necesario comparar constantemente la verdad abstracta de las palabras sabias con la falsedad concreta de las acciones diarias que están basadas en la ignorancia. En este proceso son necesarios el coraje, la confianza y la humildad.
 
* El sendero cambia a las personas. A medida que el peregrino espiritual sube por la montaña, su horizonte se expande, el aire se vuelve más puro, y él tiene que vivir con una cantidad cada vez mayor de desapego con relación a asuntos particulares y objetos específicos. Si él no toma la iniciativa de buscar el desapego, entonces el desapego lo buscará a él, y lo encontrará, a menudo en forma de pérdidas.
 
* El magnetismo del Sol transmite vida y visión a todos; permea las cosas; inspira a cada ser según su grado específico de evolución; no exige nada. La Tierra y cada cuerpo celeste del sistema solar son partes del aura de nuestra estrella, que avanza en su peregrinaje anónimo alrededor del centro de la galaxia.
 
* Más inteligente que pelear con nuestras circunstancias es aprender de ellas y construir otras   mejores. Purificarse a uno mismo es más útil que criticar a los demás. En lugar de entregarse a la ambición, uno debe renunciar a las ideas insensatas. El camino hacia la felicidad no consiste en cumplir nuestros deseos, sino en dejar a un lado los anhelos personales. Debe construirse una voluntad fuerte que sea altruista.
 
* No hay felicidad más profunda que la felicidad de haber cumplido nuestro deber. Ninguna satisfacción es comparable a la satisfacción de saber que merecemos la paz interior. Hacer el bien de maneras invisibles está entre las fuentes más altas de contentamiento. Cuando la Ley y el yo superior son los testigos únicos y secretos de las buenas acciones, el peregrino ya tiene su recompensa.
 
* El esfuerzo y el descanso son igualmente importantes en la vida. Ambos deben ser completos. Debe haber moderación en los dos. Diariamente puede hacerse un esfuerzo supremo que no niegue el principio de la moderación. Un descanso completo no implica pereza. El desapego, que surge como resultado de tener un horizonte amplio, nos garantiza la capacidad de combinar intensidad y moderación en lo que hacemos.
 
* ¿Cuál es el criterio para evaluar el proceso de aprendizaje? La cantidad de ética presente en la manera en que se usa el conocimiento indica el contenido y el significado de lo que se sabe. El conocimiento verdadero se emplea de maneras moralmente responsables, a fin de alcanzar metas decentes. El conocimiento real provoca bienestar interior: el conocimiento falso conduce a una desarmonía en el alma.
 
* Por imperfectos que sean, los seres humanos son escaleras vivientes entre la tierra y el cielo. Para mejorarse a sí mismos, ellos deben entender y regular la vida en cada uno de los peldaños de su consciencia, y poco a poco establecer en sí mismos una coherencia entre las formas celestiales y terrenales de vida. Es una tarea a largo plazo, y cada minuto cuenta.
 
* La gente ignorante da la vida por sentada; este tipo de personas duerme con los ojos abiertos. Los que son un poco más sabios conquistan la vida cada nuevo día con el debido esfuerzo; estos ya están despertando. La actitud que la gente mal informada tiene con relación al futuro se basa en la filosofía del “esperar a ver qué pasa”. La gente que tiene discernimiento trabaja activamente por un mañana mejor. En cualquier momento cada uno de nosotros puede examinar a qué grupo de individuos pertenece, de los que esperan o de los que construyen, y puede cambiar de grupo, si es necesario. 
 
* La música, el ruido y el silencio constituyen la vida, al igual que la acción correcta, la acción errada y el reposo. El placer, el dolor y la sabiduría son parte de la existencia, así como también lo son la renovación, la conservación y el equilibrio entre estas dos cosas.  
 
* Hay una unidad secreta entre los diferentes aspectos y momentos de la existencia. Algunos niños parecen ser ya muy viejos: se volverán quizás más jóvenes a medida que pase el tiempo. Y son muchos quienes a los setenta años empiezan a experimentar una profunda alegría de vivir.
 
* El estudiante de la sabiduría universal debe aprender a recibir apropiadamente en su mundo psicológico los incesantes acontecimientos de la Vida. Los nuevos hechos y realidades se armonizan tan pronto como uno los pone en su contexto correcto. De este modo, el estudiante desarrolla la capacidad de manejar tendencias de acontecimientos, en lugar de meros hechos aislados. En la medida en que sabe identificar los patrones, los ciclos y las tendencias, es capaz de anticipar cuáles son las posibilidades. Como resultado, la comprensión correcta elimina la “sorpresa”, y la acción correcta reemplaza el comportamiento impulsivo.
 
* A través de nuestro sentido de equilibrio interno podemos entender las reglas que gobiernan la Vida. La Ley del Karma se expresa a sí misma en un movimiento dinámico en espiral,  restableciendo constantemente el equilibrio y la estabilidad; y hace eso mediante la ley de los ciclos y la ley de la simetría. En cualquier ciclo puede verse una simetría matemática que nos permite deducir y calcular anticipadamente el cambio y la renovación de las tendencias generales que aún están por llegar en la Historia y el Karma.
 
* Todo depende del punto de vista desde el que miramos la vida. Para encontrar el sendero espiritual, uno debe ver cada cosa y cada suceso desde un punto de vista noble. Además, las intuiciones aisladas tienen poco resultado. Antes de ser capaz de sostener una perspectiva noble, debe construirse una estructura estable de hábitos, acciones y prácticas. Esto no es ninguna especulación poética. Solo la grandeza y la belleza moral del camino pueden inspirarnos a llevar a cabo el esfuerzo inevitablemente duro y según toda apariencia “poco glorioso”.
 
* El alma tiene su propia ecología. El silencio interior estable le permite a uno contemplar el paisaje emocional y mental de su individualidad, con sus lugares altos y bajos, su clima y su atmósfera. Los “vientos” y las “lluvias” fugaces pueden cambiar el aspecto a corto plazo de la naturaleza de uno y su temperatura. Estos factores se alternan con la luz del sol y de la luna, y con la influencia de varios tipos de nubes. Para sembrar de manera efectiva, se necesita realizar una labor paciente bajo condiciones climáticas cambiantes. La agricultura del alma es una ciencia Oculta: requiere trabajo arduo e inteligente.
 
* Hay una vida secreta en las frases que uno dice, lee, y escribe. A cada párrafo de literatura teosófica que estudia, el peregrino debe preguntarse a sí mismo: “¿cuál es el verdadero significado que estas palabras tienen para mi vida interior y mi existencia diaria?”. Las mejores respuestas a esta pregunta son silenciosas. Sin embargo, la siempre renovada cuestión permanece decisiva. El diálogo invisible entre los pensamientos filosóficos y las acciones de uno no puede ser provocado artificialmente, así como la germinación de una semilla no puede forzarse. Uno debe crear las condiciones apropiadas para que la integración entre idea y acción ocurra por sí misma, y darle el tiempo que necesita para florecer.
 
* La teosofía es la percepción práctica y contemplativa de la unidad de todos los seres y de todas las cosas. Ella elimina inevitablemente la ilusión de ser un yo separado. Por lo tanto, la misma esencia de la filosofía esotérica está hecha de altruismo.
 
* Si bien hay muchas individualidades diferentes, la separación entre ellas no existe. La diversidad y la unidad viven juntas. Como resultado, no puede haber ninguna adquisición personal del conocimiento teosófico. Todo lo que el yo personal puede hacer es aprender conceptos y familiarizarse con las palabras, allanando el camino para la comprensión del alma de uno. El conocimiento real no pertenece al vehículo externo de nadie. Para el yo inferior, amar la verdad es amar algo situado más allá y por encima de sí mismo: de esta manera nace la verdadera devoción.
 
* Las preguntas socráticas son útiles en la búsqueda de la verdad. Si tenemos interés en el sendero hacia la sabiduría divina, será útil examinar algunas cuestiones. Por ejemplo: ¿Qué es lo que nos inspira? ¿Nuestra fuente de inspiración nos invita a realizar mejores acciones? ¿Nos enseña a volvernos más sabios y a ver la vida desde un punto de vista más elevado? ¿Defendemos a esa fuente de elevación y enfrentamos  las presiones inevitables de las formas inferiores de consciencia? ¿Agradecemos a la fuente de nuestro aprendizaje? ¿Compartimos con otras personas la energía y las enseñanzas de esa fuente, especialmente con quienes puedan merecer el contacto con ella?
 
* La ley de la justicia opera en cada uno de los niveles de la realidad, y la maduración del karma ocurre de modo distinto en todos los ámbitos de la vida. 
 
* Algunos niveles de acción tardan mucho tiempo en regresar a su autor. A veces esto solo tiene lugar en una encarnación futura. En muchos casos, los frutos son inmediatos. Hay ejemplos de errores cuyas consecuencias kármicas ocurren en una fracción de segundo.
 
* Si alguien está realizando humildemente un deber altruista, la consciencia de su acción y de su deber lo ilumina como una bendición inmediata que no hace ningún ruido. Puede que incluso la bienaventuranza no sea percibida por su consciencia y fluya sin que la personalidad física la detecte – a menos que el peregrino desarrolle una atención más profunda con relación a la vida. Tal percepción llega a su debido tiempo.
 
* El progreso en el camino de la sabiduría les permite a los estudiantes de filosofía esotérica aprender poco a poco una lección importante: ellos se vuelven capaces de anticipar el desarrollo kármico de las situaciones y de conocer los efectos de una acción antes de que ella tenga lugar. Practicando la ciencia de la vida correcta, ellos evitan el dolor innecesario y alcanzan la bienaventuranza interior.
 
* En la era de la ansiedad, hablar a alta velocidad se considera un signo de inteligencia, mientras que el pensamiento lento constituye una prueba de retraso mental. Y este es uno de los engaños del siglo. Las mentes superficiales e insignificantes se sienten orgullosas de ser rápidas y creen que los demás son poco inteligentes. De hecho, la inteligencia ignora la prisa, y es ignorada por ella.
 
* Empezar un diálogo real con otra persona requiere un enfoque múltiple en varios niveles de consciencia al mismo tiempo, mientras uno escucha a su propia alma. La tranquila presencia del silencio es necesaria para que eso suceda. La mente profunda es lenta para cambiar de tema: la mente sin alma no lo es. El yo real es un amigo del silencio y puede aprender de una tortuga o de un árbol; la máscara exterior no lo es, ni puede hacerlo.
 
* Quizás quieras tener sosiego, silencio y una vida modesta para buscar la sabiduría universal. Y este deseo es el primer paso del sendero probatorio. Sin embargo, el mero hecho de que buscas la sabiduría basta para desafiar y despertar a la no-sabiduría, o ignorancia. Intentarás evitar la lucha, pero la lucha irá tras ti. Y es por eso que los Maestros de Sabiduría usan frecuentemente en sus Cartas la metáfora del Guerrero para referirse a los verdaderos teósofos.
 
* El hecho de vivir la sabiduría y de existir en el territorio de la ética universal es una invitación a todo tipo de pruebas, y los obstáculos verificarán la fuerza real del peregrino. En el proceso de aprender lecciones incómodas, el principal refugio y fuente de lucidez es el punto de vista impersonal y filosófico adoptado delante de las diferentes situaciones.  El peregrino se da cuenta gradualmente de que no es nadie. Él no es una personalidad, ni una máscara. “Él” es de hecho un alma sin nombre, un alma eterna, presente aquí y ahora y también en otros lugares y tiempos.
 
* No es suficiente preservar la higiene física cepillándose los dientes, lavándose las manos de vez en cuando y tomando un baño cada día. Las impurezas de la mente y de las emociones son peores que las impurezas físicas, y esto está dicho en Las Cartas de los Mahatmas (véase la Carta IV, pp. 21, 22 y 23, en la edición de Barcelona).
 
* Mejor que cepillarse los dientes es la purificación de los sentimientos y los pensamientos. Algunos rituales de purificación diaria son necesarios a nivel psíquico y espiritual. Por ejemplo, contemplar las ideas universales y abstractas que apuntan hacia el mundo sagrado; concentrarse en un sentimiento de amor por la Verdad Superior; y examinar la sustancia de la gratitud por todos los seres.
 
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El artículo “Ideas a lo Largo del Camino – 27” es una traducción del inglés y ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Título original y link: “Thoughts Along the Road – 27”.  La publicación en español ocurrió el 16 de abril de 2019. 
 
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