La Sabiduría Divina Es Como el Aire Que Uno
Respira: Invisible Para la Mayor Parte de la Gente
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
* Todas las cosas están rodeadas de paz, espacio, y silencio. Es útil recordarlo: a cada ser le corresponde una determinada atmósfera que lo contiene y lo trasciende. El término espacial Vacuidad corresponde al concepto acústico de Silencio. En el vacío, en la pérdida y en el desapego uno encuentra la sabiduría, el significado de las cosas, y el propósito y la armonía de todo esfuerzo.
 
* El Jesús del Nuevo Testamento, como Helena Blavatsky aclaró, es la voz simbólica del alma espiritual de cada uno. Y esa voz dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mateo 16: 24-26)
 
* Es “muriendo” respecto a las cosas materiales o “aceptando el vacío” que uno puede verdaderamente vivir, y hacerlo de manera duradera. El yo inferior tiene que “reconocer su absoluta insignificancia” para que el yo superior florezca en la existencia de uno.
 
* El silencio mental y emocional nos libera de las cadenas automáticas de pensamiento. Estando en silencio y alerta, la mente del peregrino es capaz de contemplar la verdad desde el punto de vista de la libertad que obtiene trascendiendo las ideas cuyo interés tiene corta duración.
 
* Una de las paradojas de la vida consiste en el hecho de que uno necesita una autopreparación constante, para ser capaz de olvidarse de sí mismo. Gracias al autorrespeto, al conocimiento de uno mismo y al autocontrol, uno puede dejar a un lado a su “yo” personal y ocuparse de asuntos más importantes.
 
* Cada vez que nuestra conciencia trasciende – durante la vigilia – el proceso de percibir objetos físicos y psicológicos, descubrimos la bienaventuranza oculta que habita el nivel “vacío” del Espacio mental. Entonces alcanzamos horizontes amplios y niveles elevados de percepción de la vida, y cada ruido de la conciencia individual da paso a la música del silencio.
 
* El altruismo necesita eficiencia.  Un deseo vago o sin fundamento – por muy noble que sea – hace más difícil lograr nuestro objetivo.
 
* Cinco personas que saben lo que quieren y trabajan pacientemente por el bien de la humanidad son más influyentes en un plano esencial que quinientos individuos desinformados, o cinco mil mentes confusas.
 
* Si las tareas que se supone que uno ha de realizar cada día crecen en número y se multiplican, debe entonces evocarse una calma incondicional, con el fin de mantener la paz y el orden necesarios en su mundo interior.
 
* Los buenos resultados que surgen de nuestro trabajo y esfuerzo pueden ser altamente probatorios si nuestro sentido de misión está apegado a los deberes externos. El desapego nos protege de una visión mecánica de nuestras propias tareas. La prioridad es escuchar siempre a la tranquila y pequeña voz de la conciencia.
 
* Es inútil adoptar una forma de espiritualidad que niegue o que huya de las dificultades de la vida. Las enseñanzas originales de la teosofía están de completo acuerdo con esa idea fundamental. La sabiduría eterna solo puede ser comprendida en la existencia diaria, y uno necesita construir una visión integrada del mundo.
 
* En el ciclo de 24 horas, uno se encuentra con el fracaso, la ignorancia y el miedo. La filosofía verdadera ilumina y trasciende cada sentimiento y esperanza del alma humana mortal. Aprender a ser teósofo significa verlo todo desde el punto de vista del nivel de conciencia, en el corazón de uno, que ni muere ni ha nacido, porque es inmortal.
 
* El peregrino equilibrado que busca la verdad debe tener la audacia de aquellos que son personalmente ambiciosos, combinada con el autoolvido de aquel que no desea nada para sí mismo.
 
* Las apariencias engañan a la mayor parte de la gente. La firmeza y el desapego de un peregrino brillarán en diferentes momentos, y puede que sean invisibles para todos los que lo rodean. El coraje generoso es a menudo visto como arrogancia, y la humildad es considerada como ausencia de valor.
 
* La sabiduría verdadera no tiene propietarios y no es fácilmente detectada. El conocimiento divino es como el aire que uno respira: invisible para la mayor parte de la gente. Y solo la sabiduría presente en uno mismo puede ver la sabiduría presente en los demás, y permanecer libre de la fe ciega.
 
* Es el discernimiento lo que nos permite transferir el foco de la conciencia desde el mundo manifestado al reino inmanifestado, en el que hay unidad interior. Y al revés: cuando uno quiere hacer la transición desde el mundo de la unidad interior hacia el mundo de la diversidad exterior y del contraste, otra vez el discernimiento es la puerta y la herramienta decisiva.
 
* La superficialidad con frecuencia se expresa a sí misma mediante un sentimiento de ansiedad y una sensación de que no hay tiempo suficiente para hacer lo que debe hacerse. Una perspectiva profunda, en cambio, muestra la inutilidad de la prisa.
 
* El intento de acelerar artificialmente los sucesos externos indica que el peregrino no entiende el verdadero ritmo de la vida y que no está en armonía con él. Una aceleración imprudente de los acontecimientos produce pérdida de tiempo y de energía. Por otro lado, el uso sabio del tiempo evita la procrastinación y la prisa.
 
* La concentración es la capacidad de establecer toda nuestra conciencia en el corazón, y esto puede hacerse mientras prestamos atención a nuestros deberes activos. Cumplir nuestro deber completamente significa llevarlo a cabo sin expectativas de recompensas personales. La acción correcta puede ser tan rápida como la luz, y tan firme como una montaña rocosa frente a vientos suaves.
 
* La práctica de la austeridad voluntaria, o “tapas” en sánscrito, ayuda a los que tratan de adoptar una visión sabia de la vida. A medida que el estudiante de teosofía desarrolla una mayor sensibilidad, debe consolidar hábitos estables y saludables en los niveles externos de existencia. Mientras su foco central se transfiere desde los aspectos externos de la vida hacia frecuencias más sutiles de vibración, él tiene que establecerse a sí mismo en patrones sanos de acción para que el buen karma de sus intenciones nobles lo proteja. La construcción de tales ritmos de vida se combinará con el despliegue de la percepción nueva y más fina del peregrino, a la cual Tapas protege de la Ilusión.
 
* Mientras el contacto con su alma inmortal esté vivo y sea lo suficientemente fuerte, uno tendrá el coraje de ver los hechos de la vida de manera severa, y al mismo tiempo mantendrá una actitud positiva hacia el futuro. Quizá los demás lo consideran un optimista. Sin embargo, si uno se torna negativo respecto a su futuro como alma, o pesimista en cuanto al futuro de la humanidad (o de su país), es necesario reexaminar la relación con sus propios niveles superiores de conciencia. Él debe expandir ese contacto. Nuestra visión del mundo es un espejo que refleja el estado de nuestra alma.
 
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El artículo “Ideas a lo Largo del Camino – 18” es una traducción de “Thoughts Along the Road – 18”.  La versión al español es de Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. La  publicación ocurrió el 11 de noviembre de 2018.
 
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