Ninguna Palabra Puede Ser Más Fuerte
Que La Práctica Diaria de la Cual Emerge
 
 
Carlos Cardoso Aveline
 
 
 
 
 
* La evolución espiritual depende de un esfuerzo voluntario, y es también un proceso natural tan inevitable como la salida del sol. Aunque aparentemente son paradójicos, estos dos aspectos de la evolución corresponden a los dos hemisferios del cerebro humano. El esfuerzo voluntario de alcanzar la verdad forma parte de un amanecer más amplio y espontáneo. Los aspectos intuitivos e involuntarios de la iluminación nunca se separan del camino autorresponsable hacia el conocimiento divino.
 
* Escuchar el silencio, leer una página en blanco, hablar sin el uso de palabras, viajar sin moverse, y estar quieto al moverse en el plano exterior: estas son algunas actividades importantes a ser desarrolladas a lo largo del sendero hacia el autoconocimiento; porque los seres humanos tienen varios niveles de conciencia y deben aprender a usarlos, trascendiendo la mera apariencia.
 
* El autocontrol no es simplemente luchar contra los malos hábitos. Significa renunciar a las Causas de las acciones erróneas. Debemos abandonar el apego a los objetos externos y al automatismo ciego.
 
* Uno de los primeros pasos que llevan al autocontrol es la práctica de una observación impersonal propia, en la cual evitamos la autoindulgencia y la autocondenación, y nos enfocamos, en su lugar, en mejorarnos a nosotros mismos. El yo inferior debe verse a sí mismo como un discípulo sincero, aunque imperfecto, de su alma espiritual.
 
* Cuando aceptamos las limitaciones de la vida, las podemos trascender, y dejamos de desperdiciar energía inútilmente. Al reconocer la existencia de obstáculos, podemos pensar más allá de ellos. Este es el primer paso para vencer las limitaciones que pueden ser eliminadas. El segundo paso consiste en buscar la manera y el momento adecuados para superarlas. Una vez esto esté determinado, debemos actuar de modo coherente. A medida que perseveramos en el camino elegido, será importante preservar la capacidad de aprender de los hechos nuevos.
 
* Cada vida humana expresa la dinámica de nuestro sistema solar. Hay tres líneas principales en la evolución individual de un peregrino: ellas fluyen en unidad con el Sol, la Luna y la Tierra, y corresponden respectivamente al alma espiritual, el alma animal y la corporalidad física. Desde esta perspectiva, la anatomía del alma es triple: a medida que tomamos a otros planetas en consideración vemos que somos también septenarios, al igual que los rayos de luz que vienen del Sol. Cada uno de nosotros es un siete, y a la vez un tres, y una unidad. Somos un espejo que refleja el sistema solar en varios niveles de percepción.
 
* Al dejar de lado los ruidos terrestres, uno descubre la música de las esferas. Renunciando al exceso de información irrelevante, uno comprende lo que es esencial. Los principios fundamentales de la filosofía esotérica no niegan las realidades pequeñas de la vida, sino que las incluyen y las transforman. La universalidad da un significado ancho y un propósito amplio a los factores angostos de la agenda de uno.
 
* Si vemos decadencia en los niveles de ética y sinceridad de la civilización actual, no debemos sentirnos desanimados  ni perder la confianza en el futuro. Las horas más oscuras de la noche son a menudo las inmediatamente previas al amanecer. El tiempo no es unilineal. Después de una noche larga, un nuevo día emerge en pocos minutos. Siendo vigilante, uno no acelera el amanecer, y no hay ninguna necesidad de ello. Sin embargo, las personas vigilantes están despiertas y activas temprano por la mañana. Ayudan a los demás a despertarse de la negra pesadilla de la ignorancia innecesaria.
 
* No basta con decidir automáticamente hacer lo que es “deseable”. Las decisiones sabias involucran acciones que son correctas y factibles. Antes de tomar una decisión debemos evaluar realistamente los medios, las herramientas, el esfuerzo, la paciencia y la fuerza de voluntad necesarios para llevarla a cabo de manera efectiva, en la medida en que realizarla dependa de nosotros. Podemos, pues, usar la oportunidad para crecer como seres humanos, fortaleciendo y purificando nuestra voluntad.
 
* La humildad y una vida simple producen felicidad. La ambición y una vida complicada son fuentes de sufrimiento. Aunque el peregrino espiritual tiene que vivir y trabajar en un mundo complejo, su corazón puede permanecer puro si se concentra de manera natural en una meta elevada. La simplicidad contiene y trasciende lo que es complejo.  Los niveles siempre cambiantes de conciencia deben ser convertibles en una simplicidad silenciosa y vigilante, cuya dimensión sagrada está más allá de cualquier descripción.
 
* La perseverancia y el desapego son necesarios. Uno debe dedicarse a los aspectos esenciales de su propio deber. Hay que ser flexibles y no tener apego a las circunstancias o situaciones externas. Tan pronto como uno se vuelve rígido con relación a los factores circunstanciales,  la conexión interna con lo esencial se reduce. En la medida en que perseveramos y mejoramos el contacto con nuestra propia “naturaleza esencial” – por usar la expresión taoísta -, los factores externos tienden a cuidar de sí mismos y se tornan más fáciles de administrar.
 
* Ninguna palabra puede ser más fuerte que la práctica diaria de la cual emerge. Tal práctica puede ser individual o colectiva, objetiva o subjetiva; o puede tener lugar en todos los niveles al mismo tiempo. La base de nuestras palabras, sin embargo, es lo que vivimos. La fuerza de un teósofo solo puede surgir de su vida concreta. Las palabras son extremadamente útiles cuando emergen de la vida, pero solo pueden engañar si están separadas de los hechos. [1]
 
* Los buscadores de la verdad no deben engañarse a sí mismos pensando que cuanto más se progresa a lo largo del camino, menos necesario será afrontar obstáculos sorprendentes, o aprender lecciones duras. Cuanto más aprendemos, más desafíos se nos presentan, trayendo otras lecciones. El progreso espiritual cesa el día en que creemos que “sabemos todo lo que es importante”. La sabiduría no consiste simplemente en “tener” determinada cantidad de conocimiento. Consiste sobre todo en ser capaz de aprender; y de hacerlo de una manera rápida y precisa.  En el arte de obtener conocimiento, la humildad y el coraje son igualmente esenciales.
 
* Durante siglos, la historia humana y planetaria ha estado experimentando una aceleración constante. En la medida en que gana más velocidad la rueda de la vida de nuestra civilización, grandes cantidades de Karma se actualizan y debemos hacer frente a ellas. La aceleración alquímica tiene lugar. Sustancias y materiales acumulados del pasado hierven y se queman. Al mismo tiempo, un cierto número de ciudadanos permanece en contacto directo con el Centro de la Rueda del Karma. Mientras los niveles “objetivos” de conciencia de esos individuos existen en la agitada periferia de la vida, su sentido interno del Yo está en unidad con el Centro de Paz. Cuanto más agitado se torna el Círculo de la Vida, más fuerte se vuelve la invitación kármica a que cada uno mejore su contacto interior con el Centro.
 
* Sintiéndose pequeño, uno es capaz de crecer. A fin de mejorar sus habilidades, un jugador de ajedrez debe jugar con jugadores más avanzados que él, y estudiar cuidadosamente las partidas que entablaron los grandes maestros de este juego de reflexión y estrategia. Del mismo modo, para expandir su comprensión de la vida, un estudiante de teosofía debe observar e interactuar con aquello que es más grande, y más significativo, que su pequeña vida individual. El alma de cada ser tiende a adquirir las mismas dimensiones del objeto que contempla.
 
* El movimiento teosófico existe para preservar y promulgar las enseñanzas originales de la filosofía esotérica. Sin embargo, la preservación y la promulgación no bastan. Los teósofos también deben mirar los sucesos y desafíos de cada día desde el punto de vista de las enseñanzas originales. El deber de las asociaciones teosóficas es estimular cada punto luminoso de la cultura y el “zeitgeist” colectivos de hoy. La ley de la analogía – que muestra la similitud entre los diferentes sistemas de pensamiento – es el instrumento para ello. Los ciudadanos planetarios pueden convertirse en puentes vivientes entre el momento presente y el tiempo eterno. Porque cada instante existe en la eternidad, y la eternidad está oculta en cada fracción de segundo.
 
* Según pasa el tiempo, los viejos mecanismos colectivos de control mental son abandonados y surgen otros nuevos. A medida que las iglesias cristianas y los partidos políticos pierden influencia, a los grandes medios de comunicación social se les paga para que dominen las mentes, formen la actitud de la gente y definan su manera de ver el mundo. En el campo religioso, el ceremonialismo y la fe ciega son todavía problemas graves que conducen a la guerra y a la violencia. Al mismo tiempo, una gran cantidad de herramientas de propaganda es usada para bloquear e impedir el pensamiento independiente por parte de los ciudadanos. La teosofía nos enseña a ser independientes de la opinión pública y de la religiosidad sectaria, e invita al ser humano a la autorresponsabilidad. Este es el verdadero sendero evolutivo. Hoy día, más que nunca antes, ser exitoso en cualquier campo es lo mismo que pensar por sí mismo, actuar con creatividad, y volverse un pionero de las formas superiores de inteligencia solidaria.
 
* En la vida de un ser humano, cada día contiene bienaventuranza y probación. La fuerza relativa de bienestar y dificultades dependerá, en parte, de la velocidad con la que queremos aprender acerca de la sabiduría: porque la probación trae lecciones. Por otro lado, es erróneo pensar que la vida es “demasiado dolorosa”, o que las probaciones son excesivamente numerosas y las bendiciones escasas. La vida es tan dura cuanto necesario para que aprendamos las lecciones requeridas por la Ley. Si la cantidad de bendición que uno puede ver en la vida parece ser pequeña, hay que reexaminar la actitud que se tiene hacia la vida. Las fuentes de la felicidad verdadera se esconden del que obedece al deseo personal. Porque las bendiciones están dentro de las probaciones. Están protegidas en su pureza por el sufrimiento, así como las frutas de la Naturaleza son protegidas por sus pieles. Por lo tanto, las personas que buscan la comodidad y huyen de las pruebas no son capaces de alcanzar la bienaventuranza. Las bendiciones están por todas partes, en todo momento. Pero llegan junto con la exigencia kármica según la cual debemos merecerlas y ser dignos de ellas. De lo contrario seguirán latentes hasta que estemos listos para vivir lo mejor y tengamos ojos para ver.
 
* En la política, así como en la religión organizada, en el periodismo y las organizaciones esotéricas, hay un tiempo en el que grados elevados de hipocresía parecen ser políticamente elegantes e incluso inevitables. Entonces las palabras sinceras son inmediatamente denunciadas como inaceptables. Se dice que ellas expresan una actitud arrogante, agresiva y antisocial. Se asume que es una ofensa grave el no aceptar las reglas de la falsedad social. Sin embargo, debido al hecho de que la vida nunca cesa de renovarse a sí misma, hay también un tiempo en el que los sepulcros blanqueados son vistos como tales, y en el cual  las personas que trabajan con grados más elevados de sinceridad emergen como vencedores, elaborando nuevas reglas según las cuales la honestidad es linda, y el fraude, feo.
 
NOTA:
 
[1] Traducido de las líneas iniciales del artículo “70 Itens Para Uma Vida Natural”, de C.C. Aveline.
 
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El artículo “Ideas a lo Largo del Camino – 19” es una traducción del inglés y ha sido hecha por Alex Rambla Beltrán, con apoyo de nuestro equipo editorial, del cual forma parte el autor. Título original y link: “Thoughts Along the Road – 19”.  La  publicación en español ocurrió el  16 de noviembre de 2018.
 
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